sábado, 23 de febrero de 2008

Anécdota verídica

Amanecí y llovia, hacia calor. Me di cuenta que el aire acondicionado no estaba cumpliendo su funcion. Me acerqué y registre que el problema era un corte de luz. Duró un rato en el cual me distraje con mi amor....luego él se fue y me tire en la cama a dormir un rato mas.
Subitamente vuelve la luz. _Bieeen!, pense. Y me dirigi a mi compu para chatiar, escribir, chequear este espacio, el de uds mis amigos/as, y demases cosas que uno hace en la computadora.
No enciende, no enciende, no enciende !%#%$#&/%(""%!!!!!!!!°°°°°°°!
siento el olor a quemado, si, se me quemó!!!!
buuuuuuuu, que triste dios! a quien le pasa esto!?!?! A NADIE!
Cuantas veces las madres dicen:_ desenchufen todo!!!!


asique bue, agradezco a mi amiga Pauli por prestarme la suya en este momento
y sepan que voy a hacer lo posible por no desaparecer pero odio los cybers!

lunes, 11 de febrero de 2008

El Bohemio (tercera parte)

Este cambio de domicilio fue para el una bendición. El pueblo era un encanto, su mar transparente, su gente amigable, sus paisajes regocijantes. La casa blanca y llena de grandes ventanales, típica casa de mar, decorada con hermosos cuadros de grandes pintores, piedras preciosas y semipreciosas y caracoles, muchos caracoles por doquier. En vez de un sillón convencional tenía en su living un bote de madera, que colgaba de las paredes con ganchos y sogas como una hamaca, relleno de almohadones de plumas y cuerpos desnudos de alocadas mujeres que no tardaron en darle la bienvenida.
En el pueblo lo apodaron “el bohemio”, sabían que era un tipo distinto a la mayoría, sabían que estaba revelado contra el sistema de alguna manera pero no sabían exactamente cual era su filosofía de vida, era un ser casi indescifrable para sus cuadradas mentes pueblerinas, se preguntaban de donde sacaba alta fortuna, y se armaron alrededor suyo un millón de mitos, historias y relatos que poco tenían que ver con la realidad.
Conoció al amor de su vida una noche de verano. Fue en una fiesta que se daba en un castillo medieval en las afueras del pueblo. Debido a su ingesta de un cóctel con clembuterol (droga que se suministra a los caballos para tonificar los músculos), metadona, cristal, anfetaminas y vodka, perdió la conciencia y termino desmayado en el piso del baño luego de vomitar violentamente el inodoro y sus alrededores.
En este estado deplorable lo encontró Marcelo, un joven manso, delgado y alto, de movimientos lentos, pelo rubio y largo por debajo de los hombros, notablemente aclarado por el sol y el mar, de ojos celestes y mirada muy profunda. Lo cacheteó durante unos minutos y le mojo la cara con agua fría, pero de nada sirvió, estaba inconsciente y pálido con apenas rastros de vida en su cuerpo. Marcelo no lo conocía de nada pero a lo largo de la fiesta había llamado su atención y había logrado que él lo registrara mediante miradas penetrantes de las cuales era casi imposible escapar. El juego de miradas se prolongo hasta que el se dirigió al baño y Marcelo después de esperar su salida durante media hora fue en su búsqueda.
Al borde de la desesperación fue llamó al anfitrión de la fiesta, que al llegar al baño, dijo: _ah! Si lo conozco, es el bohemio, vive del otro lado del pueblo, en la casona blanca que esta a dos cuadras del mar.
_necesita ayuda urgente _alegó Marcelo.
_Pues no puedo descuidar a mis invitados, si te urge llévalo a su casa, sino déjalo ya mañana reaccionara.
_ ¿Qué acaso no entiendes lo que te digo? Si este hombre pasa la noche aquí mañana solo te encontraras con su cadáver.
_pff, exageras hombre, déjalo y ven ya a divertirte.

Pero Marcelo ya no podía ni quería divertirse. Así fue como lo alzo en brazos y se dirigió en un coche prestado al hospital más cercano, el cual quedaba aproximadamente a 200 Km. de allí.

lunes, 4 de febrero de 2008

El Bohemio (segunda parte)

No tuvo más profesión que la juerga, que la noche. Sabía que jamás seria ni medico ni abogado ni pintor ni músico, simplemente no era de esas personas que vinieron al mundo con una clara vocación, con un llamado visceral hacia una determinada actividad, ciencia o carrera. Nunca sintió ese tipo de entrega que uno siente cuando sabe que esta haciendo lo que su esencia pide a gritos. La suya simplemente pedía volar, gozar, olvidar…
Con los años y el reviente poco quedo de aquel niño tímido y retraído. Le gustaba estar siempre rodeado de gente, en especial gente bella y perfumada, mujeres y hombres de revista. Gozaba de ambos por igual y siempre se ocupaba de no despertarse solo, siendo la mañana el momento del día en el cual su alma se encontraba más susceptible a la soledad.
La gente lo admiraba porque a pesar de que el carril de su vida no era el más saludable ni esperado tenía un gran corazón y la capacidad de proyectar paz, de no dejarse invadir por la violencia y nunca agredía a nadie solo por haber tenido un mal día o por pura diversión. Otros, la mayoría amigos o miembros de su familia hablaban de el como el pobre huérfano impresentable y perdido que jamás haría nada productivo de su vida y preferían mantenerlo al margen de cualquier reunión familiar, como si fuera una mancha lo mantenían oculto y de esta forma escondían la culpa por la contención que nunca supieron ni quisieron darle.
A los 30 años se asqueó de la ciudad y decidió que podía seguir con su vida en algún lugar mas tranquilo. Por tranquilo se imagino algo con menos autos y aire puro pero su intención para nada era cambiar su estilo de vida. Y Así fue como se mudo a una bella y cómoda casa a dos cuadras de la playa en un pueblito español en las costas del mar mediterráneo.